El estrés, nuestro enemigo silencioso
Que el estrés no me condicione
El estrés o síndrome de adaptación general es la respuesta específica a la demanda que se le haga a la persona, puede ser ambiental, puede ser por infección, emocional y físico, socioeconómico, o una combinación de todos éstos.
Existen tres fases
1.- La primera es la fase de alarma que es la respuesta de lucha o huida, es el estado agudo, es la activación de sistema autónomo simpático, la medula suprarrenal lo que hará es que segregará adrenalina y noradrenalina, preparando al cuerpo para la acción inmediata. Aumenta el azúcar, el ritmo del corazón, la respiración y la sudoración.
2.- La segunda es la fase de resistencia que es la adaptación a un estrés prolongado (crónico), se segrega el cortisol y los mineral corticoides tipo aldosterona, aumenta los niveles de glucosa. El cortisol es inmunosupresor y aumenta las infecciones virales latentes como herpes, zoster, y también infecciones bacterianas. La aldosterona retiene sodio y elimina potasio, por lo que se podría sufrir sucesos como hipertensión arterial.
3.- La tercera es la fase del agotamiento que es cuando el organismo no soporta este estrés constante, y estas consecuencias que nos pueden llevar a la fase de agotamiento es que se agota totalmente las reservas de cortisol, se produce la hipoglucemia reactiva, es decir que nos falta azúcar en el cerebro.
El estrés es trasversal absolutamente a todas las condiciones de salud que yo tenga (infarto, diabetes, obesidad, depresión, exceso de trabajo, exceso de responsabilidad diario, insomnio, etc), no es una simple emoción transitoria.
Una emoción externa se traduce en unas proteínas que yo fabrico dentro de mi cerebro, que hacen que a mi se me aumente la frecuencia cardíaca, que me aumente la adrenalina, que aumente la presión arterial, que me aumente las endorfinas y que sienta una euforia motivada por una creencia.
El Estrés Crónico
El estrés mantenido en el tiempo es dañino, capaz de destrozar todo el cuerpo, es capaz de producir infartos, problemas gastrointestinales, problemas tiroideos, distintos cánceres, enfermedades autoinmunes, fibromialgia, cansancio, disminución de deseo sexual, aumento de peso, pérdida de masa muscular, y un largo etc.
Ejemplos de situaciones que son potentes estresantes:
Estresantes transitorios
- Periodos de examen
- Proceso de divorcio
- Oposiciones o ejercicios para un puesto de trabajo
- Riesgo de perder el puesto de trabajo
- Sufrir un desastre natural
- Estar al cuidado de un familiar con minusvalía
- Desempleo prolongado
- Burnout o mobbing en el trabajo
- Ruido ambiental
- Conducir con tráfico colapsado
- La presión del trabajo, incluso en condiciones normales
- Espíritu de superación y de éxito
- Problemas familiares
- Empezar a fumar o fumar más de lo habitual
- Debilidad o ligeros temblores entre comidas
- Dificultad para conciliar el sueño
- Problemas de peso
- Calambres musculares, tensión muscular
- Más frecuencia cardíaca de lo habitual
- Boca seca
- Sudoración ante situaciones tensas
- Dificultad para tomar decisiones
- Sentirse deprimido
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